Se trata de un instrumento normativo que establece cómo se organiza y utiliza el territorio dentro del área urbana de una comuna. Define los espacios públicos y privados, las características de las edificaciones permitidas y los distintos usos del suelo, precisando qué actividades pueden desarrollarse en cada zona.

El propósito esencial del Plan Regulador Comunal es orientar el crecimiento y desarrollo de la comuna de manera equilibrada, procurando la armonía entre los aspectos urbanos, sociales, económicos y ambientales. Su aplicación se ajusta a los límites que impone la legislación vigente, lo que significa que sólo puede intervenir mediante las facultades y parámetros definidos por la ley.